Los 10 grandes beneficios de consumir aceite de oliva extra virgen

Un alimento versátil directo del Mediterráneo que mejora la salud de quien lo usa aceite de oliva

Consumir aceite de oliva extra virgen en moderación es considerado beneficioso para la salud debido a su perfil nutricional único. Esto es algo que saben muy bien los españoles, italianos, griegos y demás sociedades mediterráneas, donde el aceite de oliva no puede faltar en la mesa.

Aquí hay algunas razones por las que el aceite de oliva es considerado bueno para consumir:

Salud cardiovascular: El aceite de oliva es rico en ácido oleico, una grasa monoinsaturada que puede ayudar a reducir el colesterol LDL («colesterol malo») y aumentar el colesterol HDL («colesterol bueno»).

Esto puede disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas al mejorar la salud de las arterias y reducir la acumulación de placa, según un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard.

Antioxidantes: La vitamina E y los polifenoles presentes en este aceite son antioxidantes poderosos. Ayudan a neutralizar los radicales libres, moléculas inestables que pueden dañar las células y contribuir al envejecimiento y diversas enfermedades crónicas.

Antiinflamatorio: Los compuestos antiinflamatorios en el aceite de oliva, como el oleocantal, tienen un efecto similar al ibuprofeno en la reducción de la inflamación. Esto puede ser especialmente beneficioso para enfermedades inflamatorias como la artritis y para prevenir el desarrollo de enfermedades crónicas relacionadas con la inflamación.

Salud cerebral: Los antioxidantes y grasas saludables en el aceite de oliva pueden ayudar a proteger las células cerebrales del daño oxidativo y la inflamación, lo que puede contribuir a un mejor funcionamiento cognitivo y a un menor riesgo de enfermedades neurodegenerativas.

Control de peso: Aunque es calórico, el aceite de oliva puede aumentar la sensación de saciedad debido a su contenido de grasa saludable y a su impacto positivo en las hormonas que regulan el apetito. Esto puede ayudar a controlar las porciones y evitar el exceso de consumo.

Salud ósea: Los antioxidantes en el aceite de oliva pueden ayudar a prevenir la pérdida ósea al reducir el estrés oxidativo en las células responsables de la formación ósea. También puede influir en la absorción de calcio y otros nutrientes esenciales para la salud ósea.

Digestión: El consumo de aceite de oliva estimula la producción de bilis, un fluido necesario para descomponer las grasas y ayudar en la digestión de los alimentos. Esto puede ser especialmente beneficioso para las personas con problemas digestivos.

Regulación del azúcar en sangre: El aceite de oliva puede mejorar la sensibilidad a la insulina, lo que ayuda a que las células utilicen eficientemente la glucosa en sangre. Esto es importante para mantener niveles estables de azúcar y prevenir la resistencia a la insulina, un factor en la diabetes tipo 2.

Salud de la piel: La vitamina E y los antioxidantes presentes en el aceite de oliva pueden proteger la piel de los daños causados por los rayos ultravioleta y prevenir el envejecimiento prematuro al mantener la piel hidratada y flexible.

Cáncer: Los polifenoles en el aceite de oliva pueden tener propiedades anticancerígenas al reducir la inflamación crónica y proteger el ADN de las células del daño oxidativo. Estos efectos podrían contribuir a la prevención de ciertos tipos de cáncer.

Como pudiste leer, este tipo de aceite es un alimento versátil que ofrece una variedad de beneficios para la salud.

Sin embargo, es esencial recordar que, como con cualquier alimento, la moderación es clave para disfrutar de estos beneficios sin excederse en la ingesta calórica total.

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Por Redacción Gaceta Peninsular

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